viernes, 7 de marzo de 2025

BENEFICIOS DE LA FELICIDAD

 BENEFICIOS DE LA FELICIDAD 


Si se habla de felicidad se puede pensar que se trata de una experiencia íntima y personal, pero cuando convivimos con otro, es difícil alcanzar esa felicidad solos.

 Lo normal es que se trate de un “trabajo conjunto”, y que ambos puedan encontrar y compartir esa felicidad.









martes, 25 de febrero de 2025

 La ciber conducta y la psicología educativa:  retos y riesgos

El cyberbullying es un fenómeno complejo, difícil de definir y comprender y a su vez con graves implicaciones sociales y personales. Por ello, se están realizando grandes esfuerzos para avanzar en esta línea de investigación emergente que está siendo muy fructífera a nivel nacional e internacional. No obstante, dada su complejidad y la rápida evolución de las tecnologías de información y comunicación, existe la necesidad de avanzar y profundizar aún más en su estudio. El trabajo científico en este campo se ha realizado, sobre todo, desde la psicología educativa y sus hallazgos son la base para las primeras intervenciones psicoeducativas. Para promover el avance de este campo y la transferencia de conocimiento a la práctica profesional, este artículo introductorio describe brevemente la investigación sobre el ciberacoso junto a las cuestiones que todavía quedan por explorar e introduce el monográfico internacional sobre la ciberconducta y la psicología educativa. Este monográfico, publicado en el presente número de la revista Psicología Educativa, tiene como objetivo contribuir al desarrollo de este campo científico emergente.


El bullying es un fenómeno ampliamente estudiado a nivel internacional y también a nivel nacional, lo que ha permitido que el sistema educativo incorpore el conocimiento de la psicología educativa sobre este problema, con el beneficio que ello puede estar teniendo para la calidad de la educación escolar y familiar. Hay que afirmar desde el principio que en este proceso de desarrollo del conocimiento sobre el fenómeno del acoso escolar la protagonista ha sido la ciencia psicoeducativa. Efectivamente, tanto la investigación como los agentes prácticos de la psicología de la educación han sido hasta el momento los factores que más han contribuido al desarrollo de este campo de la ciencia psicológica. A pesar de que esta línea de investigación surgió hace sólo unas décadas (Zych, Ortega-Ruiz y Del Rey, 2015a), desde el comienzo el interés sobre la misma siempre ha estado vinculado a la práctica psicoeducativa para intentar prevenir o paliar sus efectos (Ttofi y Farrington, 2011).

jueves, 20 de febrero de 2025

 

La salud mental en el siglo XXIV

Gro Harlem Brundtland1

Gracias a las estadísticas de mortalidad ,sabemos que durante el último siglo la esperanza de vida del hombre ha aumentado como nunca lo había hecho, aunque no siempre ha sido así para los pobres del planeta, que siguen sucumbiendo fácilmente a las habituales enfermedades mortíferas.
Mediante instrumentos como los AVAD (años de vida ajustados en función de la discapacidad) podemos analizar no tanto la forma de morir como la forma de vivir de la gente. La ventaja de los AVAD es que nos permiten cuantificar no solo el número de defunciones sino también las consecuencias de las muertes prematuras y las discapacidades en una determinada población, combinando ambos factores en un solo indicador de la carga global de morbilidad. Con este cambio de perspectiva, algunas de las enfermedades más mortíferas, como el paludismo y la tuberculosis, mantienen su hegemonı´a. Sin embargo, las enfermedades mentales adquieren de repente una mucho mayor dimensio´n. Pueden no ser mortales de por sı´, pero provocan discapacidades prolongadas tanto en los paı´ses ricos como en los pobres, y van en aumento. ¿Por que´? Por muchas razones. La primera es que, con el aumento de la esperanza de vida, el cuerpo a menudo resiste mejor que la mente. Esto se manifiesta en los AVAD perdidos a causa de la enfermedad de Alzheimer y de otros tipos de demencia. La segunda explicacio´n es que muchas sociedades y comunidades que habitualmente apoyaban a sus miembros ma´s necesitados a trave´s de los vı´nculos familiares y sociales ahora tienen muchos ma´s problemas para hacerlo. En tercer lugar, no hay que olvidar los efectos obvios de las situaciones de guerra civil y de caos, ası´ como las amenazas ma´s sutiles que a juicio de un colaborador del Boletı´n, constituyen «los cambios radicales de la sociedad en materia de tecnologı´a, los cambios experimentados por los pilares y entramados familiares y sociales, y la comercializacio´n de la existencia, factores que podrı´an explicar la actual epidemia de depresiones y de otros trastornos psiquia´- tricos» (1). Estos factores, que considerados por separado pueden ser neutrales o beneficiosos, pueden agravar un entorno ya de por sı´ hostil para la salud mental. No nos llamemos a engan˜o respecto a la magnitud del problema: en todo el mundo, los trastornos mentales representan aproximadamente el 12% de todos los AVAD perdidos en 1998. El porcentaje es mayor en los paı´ses de ingresos altos (23%) que en los de ingresos bajos y medianos (11%). La depresio´n grave ocupa el quinto lugar en la clasificacio´n de las 10 causas ma´s importantes de morbilidad a nivel mundial, y esa enfermedad reviste ide´ntica importancia en los paı´ses en desarrollo. Despue´s de la depresio´n grave, las causas que ma´s contribuyen a la carga neuropsiquia´trica son la dependencia del alcohol, los trastornos afectivos bipolares y la esquizofrenia. En los paı´ses de ingresos altos, las demencias son la tercera causa ma´s importante de morbilidad neuropsiquia´trica. A nivel mundial cinco de las 10 causas ma´s importantes de discapacidad (depresio´n grave, esquizofrenia, trastornos bipolares, consumo de alcohol y trastornos obsesivos compulsivos) son problemas mentales. E´stos son tan importantes en los paı´ses pobres como en los ricos, y todos los prono´sticos apuntan a que en los pro´ximos an˜os aumentara´n espectacularmente. Esto me lleva a formular la segunda pregunta: ¿que´ podemos hacer para combatirlos? Existen algunas intervenciones sorprendentemente sencillas y bastantes baratas. El retraso mental es quiza´ el tipo de trastorno mental ma´s frecuente en los paı´ses en desarrollo, y su prevalencia se puede reducir simplemente an˜adiendo yodo a la sal, me´todo que resulta muy barato. Las mejoras de la atencio´n obste´trica permitira´n reducir au´n ma´s el problema. Un proyecto de demostracio´n llevado a cabo en China ha puesto de manifiesto que simples intervenciones familiares, unidas al uso de medicamentos psicotro´picos, pueden reducir considerablemente el costo del tratamiento de la esquizofrenia. Los programas de rehabilitacio´n psicosocial pueden ayudar a las personas con trastornos mentales graves, como la esquizofrenia, a convertirse en miembros productivos de la sociedad. Aunque hoy no es posible curar la demencia, existen intervenciones baratas y culturalmente ido´neas que pueden ayudar a las familias y las comunidades a atender mejor a los afectados por ese trastorno. Existen un gran nu´mero de soluciones de ese tipo, y esto plantea un u´ltimo interrogante: ¿por que´ no se dispensa atencio´n reconocidamente asequible y eficaz? En este caso tambie´n se distinguen varias razones, entre las cuales destacan las siguientes: la poca prioridad que se da generalmente a la salud mental, la centralizacio´n tradicional de los servicios de salud mental en grandes instituciones psiquia´tricas y la escasa aplicacio´n de estrategias de reconocida eficacia, ya sea por desconocimiento entre los agentes de salud y los responsables de dictar normas, por la deficiente organizacio´n y financiacio´n de los servicios, por la inexistencia de sistemas de garantı´a de la calidad o por la falta de medicamentos psicotro´picos esenciales. Se an˜ade a ello el estigma asociado a las enfermedades mentales, que a menudo disuade a los enfermos de buscar tratamiento, e incluso puede minar la disposicio´n a intervenir de los dispensadores de atencio´n de salud mental. En definitiva, la salud mental depende en cierta medida de la justicia social; y las enfermedades mentales, dada su importancia, deben tratarse en la medida de lo posible en el nivel primario. Gran parte de la labor preventiva debe hacerse en el a´rea de la mitigacio´n de la pobreza y de la resolucio´n de conflictos, y los planteamientos discutidos en los dos artı´culos siguientes deberı´an ayudar a frenar esta creciente amenaza para la salud en el siglo XXI. 










 Depresión y Ansiedad en Universitarios


Depresión y ansiedad

La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia persistente de tristeza y una pérdida de interés en actividades que las personas normalmente disfrutan, acompañada de una incapacidad para llevar a cabo las actividades diarias, durante 14 días o más (23).

 La OMS define la depresión como “sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración” (24).

La depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Quienes han pasado por circunstancias vitales adversas (desempleo, luto, eventos traumáticos) tienen más probabilidades de sufrir depresión. A su vez, la depresión puede generar más estrés y disfunción, y empeorar la situación vital de la persona afectada y, por consiguiente, la propia depresión (25).

La ansiedad es parte de la existencia humana, es una palabra que se utiliza para describir diferentes condiciones mentales, además es considerada como un fenómeno que se encuentra arraizado en la sociedad moderna; es una emoción de alarma que se experimenta con inquietud, desasosiego, temor indefinido, preocupación desbordante y miedo a perder el control (26).







BENEFICIOS DE LA FELICIDAD

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